lunes, 4 de junio de 2012

Hacia rutas salvajes (?)

Largó el laburo y se fue a vivir a un árbol                                                                                                                                 
                                                                                                                                                             
Un joven de 26 años dejó su trabajo y con la poca plata que le quedaba se construyó una peculiar casa. Joel Allen terminó de construir su sorprendente casa en un árbol, en Whistler

Mountain, Canadá. Ahora que ya se conoció lo que era secreto, el Hemloft (así se llama la casa) se transformó en uno de las maravillas arquitectónicas de las cuales más se habla en Internet. El Hemloft es sin dudas una de las más bellas casas construidas en un árbol y   la historia que hay detrás de esta casa da qué hablar.

Su creador, Joel Allen, tenía 26 años cuando decidió dejar el trabajo de desarrollador de software y se metió en problemas cuando entró en un esquema de esos que prometen hacerte rico en poco tiempo. Así que le fue mal y se quedó corto de plata. Ahí fue cuando halló su talento como carpintero y se le ocurrió construir una casa sobre un árbol en Whistler Mountain, justo en uno de los lugares donde las casas comunes están más caras.

La casa, con forma de huevo, le hubiera costado decenas de miles de dólares nada más que en materiales, pero a él le preocupaba dónde iba a construirla. No podía comprarse un terreno en esa zona lujosa, así que decidió construir su casita en un lugar donde no tuviera que pagar un peso. Cuando comenzó a trabajar en esta especie de cabaña redonda, en 2009, se patinó todo lo que tenía, unos 6.500 dólares, solamente para hacer el techo y la estructura, luego abandonó el proyecto por dos años hasta conseguir el resto de los materiales.

Finalmente, en agosto de 2010 la terminó pero la tuvo que mantener en secreto porque no tenía permiso del gobierno para construirla. Sin embargo, por sugerencia de un amigo, mandó unas fotos a la revista Dwell. De ahí en más, la casa conquistó Internet. Joel reconoce que si encuentran la casita, podrían quitársela.

Fuente: Diario Veloz


Un hombre de acción
Opinión
Por Ulises Leal

  Hoy que la sociedad empuja a los jovenes al consumo compulsivo, donde si no tenés una casa, dos plasmas, un home teather, notebook, Blackberry y un auto en la cochera, sos un perdedor, el ejemplo de Jean es una bocanada de aire fresco en los rancios valores actuales.

El ejemplo de este joven debería se modelo de una nueva generación. Un tipo que trabajando en sistemas, seguramente tratando de mejorar la operatividad de alguna multinacional para poder captar nuevos clientes, haya decido irse a vivir a un árbol en el medio de la selva es asombroso y valiente.

Me resta pensar que sería de todos nosotros si imitasemos ese ejemplo. Volver al naturismo y la vida en tribus silvestres podría ser el comienzo de una nueva era en la humanidad. Imaginemos miles de casas en los árboles del Amazonas. La gente volvería al contacto con lo natural, a vivir de la caza y la pesca, colgarse se un par de lianas para ir a cenar al fogón más cercano. Constituiría una reconciliación con el planeta tierra, dejar de destuirlo y volver a tener una relación saludable con él.

Esperemos que el ejemplo de Jean sea real y sincero, y no tengamos que pedir que su morada sea incinerada por las antorchas de la ira, cuando nos enteremos que en su rancho tiene como trabajadores domésticos a dos chimpancés y a una oveja de esclava sexual.

1 comentario:

Dalmita dijo...

Si, mejor que sea en los árboles del Amazonas, porque en los árboles de la ciudad de buenos aires no pongo ni una ramita de perejil