miércoles, 23 de enero de 2013

No va maaaaaaaaaaaaassss (?)

Apuestas tenebrosas, una macabra tendencia apareció en un país asiático.

Se trata nada más ni nada menos que hacer apuestas, y vos dirás que eso no tiene nada de raro. Pero en la ciudad de Taichung, Taiwán, se hacen apuestas sobre pacientes terminales que tienen cáncer.Las hacen los médicos, los enfermeros y hasta los propios familiares de los enfermos. El objetivo: acertar acerca del día en que los pacientes van a morir y ganar tres veces la suma apostada.

Lo que la gente puede hacer por la plata no tiene límite alguno. De acuerdo a nuevos informes, esta siniestro sistema de apuestas se esparció por toda Taichung, con gente apostando a ver quién se muere y cuándo. Y no hablamos de casos aislados, es una industria que mueve unos 30 millones de dólares por año.
"Anotame con dos gambas al viejito de enfrente"
En una sola calle de Taichung hay más de 60 de los llamados "senior clubs", con una fachada de organizaciones de caridad para los ancianos que no son otra cosa que puestos de juego desafiando a los apostadores a que gasten dinero apostando cuándo va a morir un paciente con cáncer.

Lo más detestable de esta práctica es que los médicos, los enfermeros e incluso los familiares participan en las apuestas. De terror.

Fuente: Diario Veloz

La vida es un juego
Opinión
Por Guus

Una vez más la ancestral cultura oriental nos alecciona y nos da una cátedra ejemplar sobre cómo sobrellevar esas horas, días, semanas, meses o quizás años de tensión, incertidumbre y aburrimiento que debemos soportar  en toda sala de espera cuando algún ser querido se encuentra en grave estado y en la misma no hay ningún ejemplar antiguo de revista Gente o Weekend, cosa que si ocurre en consultorios externos o peluquerías de barrio de dudosa inclinación sexual y estamos orgullosos de ello.

Que mejor para relajarse que dedicar ese tiempo muerto al escolazo. Guardarse la moneda de la máquina expendodora de café y jugarsela a la fecha de vencimiento del paciente. Esto sin duda genera una comunión en la sala de espera, imaginen todas las visitas de distintos enfermos comentandose entre ellos los diagnósticos para tener una fija el domingo y jugarse medio aguinaldo.

Ni que hablar la unión que generará con los médicos, que suelen tener una relación fría con los familiares de los pacientes y que seguramente ahora se verán alentados, por no decir adornados, por los mismos. Que desenchufen el respirador de la habitacion 507 o duerman al de la 304 para que dure unos días más, ya que la fiesta de 15 de la nena depende de la guita que puedan ganar en la timba.

Son estos acontecimientos los que devuelven mi fé en la humanidad, esperando se propague y convierta en costumbre en el mundo entero, generando beneficios económicos a todo el sistema hospitalario y bienestar mental en los familiares.

Por eso aconsejo, que si están por perder un ser querido, que mejor para recordarlo con alegría que jugarle unas chirolas y sacarle una buena tajada al fiambre.

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