Al igual que todas las verduras y frutas, la lechuga es sumamente beneficiosa. Sólo nos aporta 18 calorías por cada 100 gramos. Y casi en su totalidad –un 95%- es agua. Pero eso no significa que no nos ofrezca elementos nutritivos. Y sino, veamos. Entre los minerales que nos brinda está el potasio (264 mg/100 g), el calcio (35 mg), el fósforo (26 mg) y el magnesio (16 mg). Además también contiene cobre, manganeso, níquel y zinc entre otros.
Las vitaminas? A, B, C y E, nada menos. La lechuga también es sumamente relajante, ayuda a conciliar el sueño y también nos ofrece su poder laxante ya que contiene mucha fibra. Debido a que drena el hígado, ejerce una acción depurativa general del organismo.
También posee propiedades que ayudan a mantener bajo el nivel de azúcar en sangre, por lo que es muy aconsejada para los diabéticos. Y por último es rica en betacaroteno, una sustancia que contribuye a la prevención del cáncer, especialmente de colon y pulmón. ¿Algún otro motivo por el que hoy no debas comerte una ensalada de lechuga?
Fuente: http://weblogs.clarin.com/tamaraditella/archives/2007/06/simple-como-lalechuga.html
Más Platón y menos Prozac
Opinión
Por La Psicoloca
Estamos ante una de las filósofas contemporáneas en cuestiones de nutrición. Y sinceramente, no se como aún estoy viva. Sobre todo, después de pasar por el puestito del manicero y comprarme un rico paquetito de “manices”.
Resulta, que la Sra. Tamara Di Tella nos recomienda darle a la lechuga y suprimir los maníes. No solo eso; según ella, los maníes deberían estar prohibidos en la vida de todas las personas, ¡por grasas! Su “alto contenido graso” los convierte en desechos de esta sociedad, pasibles de ser desterrados del planeta tierra por ocasionarnos esos rollitos de más.
Tamara nos cuenta que la lechuga, blanca y repollada, sin embargo, nos aporta un 95% de agua. O sea, en vez de consumir agua, comamos lechuga. ¿Tenés sed? Mandate una lechuga.
Querida Tamara, para tu información y con todo respeto, el maní, como todo alimento graso, nos aporta una buena cantidad de calorías para momentos de gran resistencia, por ejemplo, cuando subimos montañas o estamos muchas horas sin comer o debemos hacer ejercicio y hasta combatir el frío.
Claro que si estamos todo el día, sentadas cómodamente en el sillón de nuestra casa y nuestro máximo ejercicio es abrir y cerrar la puerta del auto, entiendo que esto sería contraproducente para el organismo.
Además, entiendo que has escuchado hasta el cansancio el tema que dice: “a mi mono le gusta la lechuga, planchadita y sin una sola arruga”, pero nada mejor que un buen guiso de lentejas o por qué no un buen locro, para estar tiernos y saludables.
Todo en su justa medida, querida Tamara, y recuerda que en la variedad está el buen gusto y todos los alimentos grasos nos hacen felices. Aunque seguramente no quieras reírte tanto para no ir corriendo a visitar a tu cirujano amigo y que te quite esas arruguitas de más.
Te recomiendo, mi querida Tamara, menos grapa por las mañanas y un buen choripán para el almuerzo. Muy amable.
2 comentarios:
nunca entendí los que deciden que comer por lo que contiene cada elemento, vitaminas proteinas calorias y toda esa pavada, el ser humano elige lo que morfa por su sabor, lo otro nos chupa las bolas y san se acabo (?)
Además la cerveza acompañada con lechuga no combina.
ajaj ajajajaja jajjaajj jajajaj jajajaja jajaj Pero claaaaaaaaaa...Guus tiene toda la razón...Asado, fernet y good show
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