Una escultura particular desata la polémica.
Cosimo Cavallaro es un artista nacido en New York, que siempre se destacó por no seguir las líneas tradicionales del arte; siempre puso de manifiesto en sus obras que lleva en alto la bandera de la vanguardia.
Anteriormente, obtuvo notoriedad de la mano de obras como una casa hecha con cinco toneladas de queso, y la sigla V.I.P. escrita con excremento.
Ahora se encuentra en el centro de la polémica, debido a su última obra: Mi dulce Jesús, que consiste en Jesús, crucificado, hecho con 90 kilos de chocolate negro, suspendido del techo de un hotel de Manhattan.
Inmediatamente, las voces católicas alzaron su voz en contra de la escultura, y exigieron que no sea presentada.
"Es una expresión de odio. Y elegir la Semana Santa (...) representa una agresión directa hacia los cristianos", dijo Bill Donohue, de la Liga Católica para los Derechos Religiosos y Civiles, sobre esta escultura.
Finalmente, por el momento, la otra no será expuesta como estaba previsto, en el hotel Roger Smith.
Los organizadores no explicaron su decisión, ni dieron precisiones de cuándo se haría. Bill Donohue, por su parte, se felicitó por la anulación.
Fuente: http://es.news.yahoo.com/31032007/159/cristo-chocolate-genera-colera-grupos-catolicos.html
Chocojesús
Opinión
Por Marlene Jlgüer Dietrich*
Las paradojas y las hipocresías nos atraviesan desde
todos los ámbitos e instituciones de nuestra vida. No sólo en la política, en los juegos de balón, en el chingui chingui rockerito, sino que también en el ámbito cultural que enmarca la religión y la gastronomía.
Mientras la Liga Católica para los Derechos Religiosos y Civiles festeja haber boicoteado la exposición de Mi dulce Jesús, la verdad es que muchos de sus integrantes derrocharon en este nuevo renacimiento católico, su pasión y efusividad en tratar de hacer todo lo posible para tragarse el mejor óvalo de chocolate: "No es lo mismo clavarte el trozo de Jesús, que uno o dos huevos bien rellenos", se lo escuchó decir tajantemente a Donohue mientras hacía la cola en una panadería en los suburbios de Miami Beach.
El ataque directo hacia la libertad de expresión por parte de comunidades religiosas no es cosa de estos días. La Asociación de Motumbos Unidos del Norte, salío a defedender al prolífico artista Cosimo Cavallaroor por considerar que la anulación acarreaba altos índices de envidia y xenofobia.
La paz social tiene como base la paciencia, la aceptación y la conciencia. Entender y respetar al otro significa, en estos días de violencia y terror, aceptar a Jesús como cada uno lo siente, en este caso, como un negrito dulce de noventa kilos.
Si avanzamos este pasito, los días serán mas ricos y, por qué no, empachosos. De saborear la oficial ostia insulsa (el cuerpo y la sangre del quía sintética y condensada) pasará la sociedad entera a chupar brasitos, deditos y motumbitos de chocolate. Es sólo cuestión actitud. Como todo.
*Poetisa tercermundista, ladri y glamorosa.
4 comentarios:
No estoy para nada de acuerdo con lo expresado por Marlene. Me parece una aberración a la moral y las buenas costumbres recibir con jolgorio esta escultura apócrifa. Hoy es un Jesús de chocolate. ¿Mañana qué? ¿Un Dios travesti? Basta, señores, por favor.
porque podemos comernos conejitos y gallinitas y no jesucristos ?
y de paso podes decirle a tus amigas que te comiste a Jesucristo
:P
Aparte Dios es trava, es mitad hombre mitad mujer, y tiene tentáculos. Lo feo seria que jodan con un Dios de chicle relleno de juguito.
que se dejen de joder estos catolicos, por faavorrr, siempre rompiendo las guindas
(perdon si me pase...voy a confesarme y vengo...) Niña mala!
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