Maldita anorexia, maldita cocaína

Estrella de rock argentina, en problemas de salud, lucha por "recatarse".

Toti Iglesias, cantante de Jóvenes Pordioseros, no está en su mejor momento de salud; por un lado, su adicción a las drogas lo tiene a mal traer, y por otro lado, ahora se ve acosado por sus gravísimos desórdenes alimentarios.

"En un momento me dije: ¿Qué estoy haciendo? Había dejado de componer, salía todos los días de la semana, me la re daba... y un día me puse a pensar que necesitaba cambiar algo", confesó el músico.

Además contó que el grupo entero consideró internarse y recuperarse de una vez. "Es raro, el otro día tuvimos una charla con los chicos de la banda y dijimos que teníamos que internar a toda la banda, o por lo menos a diez...", reveló.

Y agregó: "En realidad el proceso no es de desintoxicación, sino de cuidado, yo no sé si me quiero recatar totalmente, pero sí sé que me tengo que cuidar un poco más y lo estoy intentando".

Finalmente confesó: "¡Yo las tengo todas! Tuve un problema anoréxico hace poco. Tuve que suspender un recital en Monte Hermoso porque me quedé ahí arriba del escenario. Las tengo todas... ¡anoréxico y vicioso! Por suerte las cachetadas de mis amigos me recataron, si no, estaría hecho mierda".

Fuente: http://www.infobae.com/notas/nota.php?IdxSeccion=1&Idx=311194


BASTANTE PUTITO RESULTÓ
Opinión
Por Nikki Sixx

Todos estamos al tanto de la relación entre rockers y modelos. Dentro de este mundillo de chicos rebeldes encontramos a muchos que se fusionan directamente con lo femenino y rozan la androginia, la apoyan, y a veces se la ponen hasta la garganta. Pero es parte del freakismo del rock, y tienen un lugar ganado.

Ahora, señores, lo de este muchachito Toti Iglesias, además de ser un insulto la usurpación del nombre al genial goleador de la Academia Racing Club, es un escupitajo en la cara al espíritu del falopero hecho y derecho. Maradona comía lechón y su lógica gástrica incluía, después de un bocado grasoso, un lagarto juancho. Ni hablemos de Pappo, del Chizzo y demás Gordis.

Este sujeto, que se ha cansado de hablar de las bondades de la cocaína, de lo mucho que le gusta, de lo genial que es que te sangre la ñata, ahora se encuentra siendo un alfeñique que no puede terminar un show por debilucho, por falta de nutrientes.

Y yo le digo: que se tome un Danonino y se lea la biografía de Cacho Fontana, porque esto a Charly no le pasó nunca, porque nosotros, como amantes del rock, sus vicios y su decadencia, nos persignamos no al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, sino al Sexo, la Droga y el Rockanroll, haciendo el gestito de fumar un charruto, pasando al bajo vientre tomando con ambas manos los genitales, para ascender nuevamente a la altura del torso y emular una air guitar, y este individuo, señoras y señores, abuelas y abuelos, está generando una nueva tendencia que empezará infectando al rock chabón, pero quién sabe hasta dónde extenderá sus brutales tentáculos, para terminar apreciando con resignación una generación que toma y no come, porque no lo saben hacer, y ahí andará el joven cantante de El Bordo, metiéndose los garfios en la garganta luego de deglutir una sardina en camarines, a nuestro querido Tío Riky de los Triciclosclos desfilando en Pinamar mostrando curvas imposibles, y alterando, como un último e insolente acto de herejía, nuestra filosofía de vida de Sex Drugs & Rock n' Roll por Paja, Apio y Ulises Butrón.

¿Y luego qué? EL FIN. Detengamos esta locura, e impulsemos entre todos el Instituto Superior Andy Chango, para que enseñe a estos pseudo viciosos cuántos pares son tres botas.