La Revolución de las Estrellas

Opinión
Por Kluivert

En las últimas horas se conoció el último deseo de Mariah Carrey, que no es otro que adoptar un infante pobre.
Seguramente, su voluntad se concretará de un momento a otro, ya que, como sabemos, sobran pibes desamparados, huérfanos, abandonados, que sueñan con encontrar un padre o una madre que los crie como merecen. Además, la burocracia, cuando se trata de personalidades como Mariah, no duerme la siesta ni se demora de más tomando café y comiendo masitas secas.



En ¿V.M.E.G.?, como habrán visto, nos hicimos eco de la novedad y consultamos a nuestros lectores quién será la próxima estrella en tomar la posta.
Yo voté por Gastón Sessa, aunque no descartaría la posibilidad de que, finalmente, La Mala de Gran Hermano sea el nuevo ejemplo para la posteridad.

El objetivo de esta columna es marcar el surgimiento de lo que algunos llaman tendencia, moda, capricho, o consumismo obsceno.
Yo lo llamo Revolución, señores. Y de lo que hablo, precisamente, es de la cuantiosa lista de estrellas que se decidieron a comprometerse con los problemas del mundo y tendieron su mano generosa a los más débiles; es decir, las figuras mundiales que adoptan nenes pobres.

Madonna dio el puntapié inicial. Luego siguieron Angelina Jolie y Brad Pitt. También, aunque de un modo particular, Leonardo Di Caprio, que, simplemente, le da dinero a la nena que adoptó y la llama por teléfono de vez en cuando.
Acá, en Argentina, afortundamente no nos quedamos atrás. En su momento, Nicole Neumann y "Pampita" expresaron sus respectivos deseos de sumarse a la Revolución de las Estrellas. Si bien no lo concretaron, la intención vale.
Otro que también anunció que estudia la posibilidad de subirse a la Cruzada es Ricky Martin.


Los hechos hablan, señores. No se los pueden negar, están ahí. Las Estrellas no esperan que el Estado solucione los problemas; ellos mismos se ponen el overol y actúan en favor de la humanidad.

Mientras nosotros pensamos en tomar cerveza, fumar marihuana, fornicar de modo desmedido y escupir gente desde el balcón de nuestras casas, las Estrellas están haciendo una Revolución del Corazón, solidaria, como nunca antes de había visto.
Una vez más, alguien nos da el ejemplo. Está en nosotros seguirlo.