miércoles, 16 de enero de 2013

El sueño de la momia hecho realidad

Nuevo fetiche: ser enyesados para que otros nos masturben.

Aparece un nuevo fetiche, enyesar nuestro cuerpo para que otros nos hagan el favor de masturbarnos. La nueva tendencia sexual se esparce por internet.

"Justo me llamaron las chicas para ir al shoping, aguantá una horita y te atiendo"


México.- En internet todos los días podemos encontrar contenido diferente y con un poco de suerte satisfacer alguno de nuestros gustos.
Ahora en el internet se está esparciendo un nuevo fetiche, que promete ser la nueva tendencia en la búsqueda del placer sexual.
Se trata de enyesar varias partes del cuerpo de una persona o en su totalidad, mientras otra persona o “participante” lo masturba.
El control ejercido durante el sexo es un elemento que enciende muchas pasiones, al parecer a mucha gente le encanta estar bajo el control total de su amante.
Uno puede elegir si quiere ser enyesado en una posición determinada, por ejemplo ser “petrificado” en posición de perrito, tal vez para no escapar del placer.
Se debe tener en cuenta el tiempo que uno puede tardar en ser enyesado y la posterior labor de quitarse el yeso cada vez que queramos disfrutar de este nuevo fetiche. 

Fuente: SDP Noticias


El viejo culto a la dureza (?)
Opinión
Por Ulises Leal


"Duro duro" decía el finado Tu Sam a sus partenaires mientras realizaba los trucos en la televisión. Muchos años después la resignificación de las palabras nos lleva a esta noticia sobre las nuevas tendencias sexuales.

Ya hace poco hablamos de los tatuajes en el upite, hoy la moda para que te acogoten la gallina es que te disfracen de momia. La preguntas e inquietudes son muchas. ¿Hasta dónde piensan llegar estos pervertidos en nombre del sexo libre?  ¿Alessandra Rampolla lo aprueba? ¿Se pueden reutilizar las vendas?

Para finalizar, quisiera despedirme recordando a los pioneros del sexo en estado de dureza: el gran Diego Armando Maradona , el entrañable Charlie Sheen que se ha peinado (para afuera y para adentro) todo lo que le pase cerca y el Cabezón Duhalde, que más puesto que un gorro (uno grande) durante años se empernó a los bonaerenses sin ningún tipo de escrúpulo.

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