lunes, 17 de septiembre de 2007

Conquistar por el estómago, una costumbre chimpancé

Un grupo de chimpancés que vivía cerca de un pueblo en Guinea acudía asiduamente a la localidad para robar fruta, especialmente papayas, que regalaban a sus parejas para asegurarse sus favores, según un estudio publicado por la revista de internet PLoS One.







Según el responsable de este estudio internacional, Kimberley Hockings de la universidad británica de Stirling, éste es el primer caso conocido de reparto sistemático de alimentos vegetales por los chimpacés salvajes.

Este comportamiento fue observado en el pueblo de Bossu, a unos 500 km al sureste de Conakry, cerca de la frontera con Liberia.

"Consideramos que los machos intentan demostrar así su valor a otros miembros del grupo, en primer lugar a los del sexo opuesto", afirma el científico. "Su audacia parece dar resultados y atraer la atención principalemente de las hembras", agrega.

Así, el macho que acostumbra a compartir una gran parte de su botín con una hembra es "espulgado" por ésta -un gesto social elemental de los primates- más amenudo que los otros, incluído el jefe del grupo.

Los machos eligen preferentemente a hembras en edad de procreación, señalaron los autores del estudio, que así se dieron cuenta de que a los chimpacés también se les conquista por el estómago.

Fuente: http://es.noticias.yahoo.com/afp/20070914/tod-ciencia-animales-primates-ad60dae_1.html





La importancia de una buena mano para la cocina
Opinión
Por Kluivert



No creo que sean muchos los que se sorprendan ante este interesante estudio científico que devela que la importancia de la comida va más allá de la supervivencia, ya que llega incluso a determinar lo que, según dicen, es lo que más se precisa en la vida: amor.

Fijándome en mi experiencia personal, noté que, efectivamente, el tema comida fue gravitante para el éxito que tuvieron mis relaciones sentimentales.

Grandísimo es el recuerdo que guardo, por ejemplo, de Estela, conocida en mi barrio como "La gorda raviolera", sobrenombre que supo ganarse por lo generoso de sus carnes y por su aptitud sin igual para cocinar ravioles caseros tan pero tan ricos que te hacían un festival de campeonato mundial en la pancita. Además, detalle no menor, conocía un sinfín de salsas diferentes, que ejecutaba con una maestría digna de los mejores restaurantes de París, Venecia, Amsterdam o Aldo Bonzi.

No menos enorme es el recuerdo que conservo de Raúl, uno de mis grandes amores, también conocido como "Cebolla" o "Asado"; el primero de sus apodos obedecía a su interminable olor a chivo y el segundo a que él era sinónimo de asado, pero de asado de primera, de esos que comés hasta que se te salieron disparados todos los botones de la camisa, que dominás el hueso de la costilla como un perro con tal de comer hasta lo último que quede.

Lamentablemente, esas dos relaciones no prosperaron, por motivos que no vienen al caso. Por otra parte, siguiendo con un repaso de mi vida sentimental, en relación al tema que convoca a esta columna, noto que las veces que me vi envuelto en relaciones con personas que fueran buenas y lindas, inteligentes y graciosas, pero que no supieran ni hacer un huevo frito como la gente, las fui terminando por completo, incluso con trabajos de magia negra posteriores para asegurarme que sufran como merecen, por malos cocineros.

3 comentarios:

Bravo de La Pampa dijo...

QUE GANAS DE COMERME UN BUEN ASADITO ESCUCHANDO OZZY Y TOMANDO VINO. UN BUEN ASADOR NO PUEDE SER UN TRAGALECHE. EL ASADO ES DE HOMBRES, MACHOS Y ARGENTINOS.

Anónimo dijo...

Bravo de la pampa:

tu logia permite escuchar OZZY??????????? mmmmmmmmm me parece que estas pecando eh.


Klu: te cocino LO QUE QUIERAS

Bravo de La Pampa dijo...

OZZY ESTA MAS ALLA DE TODO. COMO UN METALERO NO VA A ESCUCHAR BLACK SABBATH, OZZY OSBOURNE, MEGADETH, METALLICA Y LA CONCHA DE DIOS.