Extremista

Un nacionalista japonés envió parte de su dedo meñique al primer ministro de su país, Shinzo Abe, furioso porque éste no visitó un polémico templo que honra por igual a víctimas y criminales de guerra.

Foto: Tanjo, cuando todavía tenía todos los dedos.

Yoshihiro Tanjo, de 54 años, fue acusado de tácticas intimidatorias tras cortarse parte del dedo meñique y enviarlo a la sede del Partido Liberal Democrático de Abe.

Tanjo, que está desempleado pero lidera un grupo de derecha en la ciudad de Kurashiki (oeste de Japón), también envió una carta de protesta y un DVD que muestra su acto.


"En el DVD habían imágenes suyas muy gráficas cortándose una parte del dedo, filmadas por él mismo", dijo el portavoz de la policía de Kurashiki. "El hombre está detenido aquí sin parte de su dedo, cortado a nivel de su primera falange, diría", añadió.

Abe evitó el templo de Yasukuni el 15 de agosto, aniversario de la rendición japonesa en la Segunda Guerra Mundial.

El templo sintoísta del centro de Tokio venera por igual a los muertos en la guerra y a criminales de guerra, y ha sido un punto candente en las relaciones de Japón con sus vecinos, aún resentidos por la ocupación durante la guerra.

El ex primer ministro conservador Junichiro Koizumi había frecuentado el templo en el pasado, pero desde que Abe asumió el cargo ha preferido mantenerse alejado de esa práctica, en un esfuerzo por mejorar las relaciones con China y Corea del Sur.

En el mundo del hampa japonés, los gángsters a veces se cortan los dedos meñiques para demostrar lealtad o para asumir la responsabilidad por un fracaso.


Fuente: http://es.noticias.yahoo.com/afp/20070824/tod-japon-politica-c359f57_1.html








Dedo sin uña
Opinión
Por Kluivert






El fanatismo no entiende de límites, esto es sabido. Fijémonos, por caso, en los ochenta y siete conciertos que llevó a cabo Ricardo Arjona en el Luna Park de manera consecutiva. ¿Alguien se explica cómo hubo miles y miles de personas que pagaron fortunas por verlo en las ochenta y cinco funciones siguientes a las dos primeras, en las que obviamente no cantó más que las primeras dos palabras de cada canción y el resto de los temas puso el micrófono para que cante el estadio, mientras se hacía el emocionado por semejante clima en el recinto y hacía la cuenta una y otra vez de cuánta guita estaba levantando?


Alguno dirá que no tenía sentido pagar ni un centavo por el mejor concierto que el músico y poeta guatemanteco pueda dar. Allá ellos, que se pierden la emoción de escucharlo recitar los hermosos versos de, por ejemplo, la canción que le hizo a la menstruación.


El caso de Yoshihiro Tanjo, que se rebanó un dedo y se lo mandó al primer ministro japonés, es una muestra de que no siempre el no límite del fanatismo es algo negativo; en primer lugar, demuestra su patriotrismo a ultranza; en segundo lugar, denota su valor e hidalguía; en tercer lugar, ractifica su compromiso con sus ideales; y en cuarto lugar, permite reírse un poco a los pelotudos como yo, que se toman estas realidades como cosas chistosas, ignorando, por ejemplo, que hay cuatro dedos que perdieron un hermano, que hay un amigo que no podrá chocar más lo cinco con Yoshihiro Tanjo.


Aplaudo y festejo a los hombres de valor, a los patriotas y guerreros, que se enfrentan a cobardes, imperialistas y mentidores. Aunque, eso sí, les recomiendo que tampoco se lo tomen tan en serio: hoy es un dedo de la mano, mañana puede ser el dedo sin uña, pasado puede ser el cuello.