Foto: Arriba, Ben. Abajo, Michael, su pareja.
Un jugador australiano de rugby estuvo tres meses sin saber que la causa de sus intensos dolores de cabeza era un diente que había quedado alojado en su frente. Cuando fue a hacer la consulta médica, el especialista se sorprendió y le extrajo la pieza dental, que había quedado incrustada luego de un violento choque contra un rival en medio de un partido.
Ben Czislowski chocó violentamente contra un oponente en un partido de la Copa Queensland a comienzos de abril. El duro cruce terminó con una herida abierta en su cabeza y la mandíbula y varios dientes rotos del rival.
Después del partido, a Czislowski le cosieron la herida y desde entonces comenzó a sufrir agudos dolores de cabeza, somnolencia e incluso una infección en un ojo.
Al verse incapaz de volver a su nivel, el rugbier de 24 años fue al médico y recibió un diagnóstico sorprendente: un diente se le había quedado clavado en la frente, justo encima del ojo izquierdo.
"Ahora me puedo reír, pero el doctor me dijo que podía haber causado graves problemas porque el diente es una fuente de bacterias", declaró Czislowski.
"Me siento afortunado porque lo peor que me quedará de esto es sólo una frente más fea", dijo el jugador, que aseguró que enviaría la pieza dental a su dueño si éste se lo pedía, pero que si no lo guardará como prueba de su extraña lesión.
Los jugadores de rugby australianos tienen antecedentes en la materia: hace tres años, Shane Millar tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para extraerle de la cabeza un diente de un adversario, mientras que en 2001 Jamie Ainscough casi pierde un brazo después que una pieza dental muy metida en la carne le provocase una fuerte infección.
Fuente: http://www.perfil.com/contenidos/2007/07/17/noticia_0028.html
El futuro llegó
Opinión
Por Juan Carlos Eternauta
No nos dejemos engañar, viejo. La guerra bactereológica ya está entre nosotros. ¿O algún trasnochado puede creer que un profesional de la salud puede suturar una frente con un diente encallado?
Seguramente, este pobre rugbier ha sido monitoreado vía satélite durante 3 meses, a la espera de alguna reacción en su organismo. Lo imagino intentando calzarse sus zapatos naúticos y caer rendido ante la dolorosa puntada que acecha la parte frontal de su cráneo. O durmiendo con su escote en V por no poder quitárselo, víctima de dolores que, seguramente, muchos de nosotros desconocemos.
¡Peor aún! Y mi mente no para... Casi puedo visualizarlo... Sus amigos y compañeros, burlándose de su camisa a rayas, que evidentemente confundió con la cásica y reglamentaria escocesa. Es evidente que también han querido aislarlo socialmente.
Basta de usarnos de conejillos de Indias. Es evidente que ese diente no es tal. Seguramente se trata de algún sistema GPS con carga viral, con el objetivo de detonarlo en pleno campo enemigo y causar miles de muertes por, por ejemplo, peste bubónica.
Los dejo con una frase de Juan Sebastián Gutierrez, cantante y poeta contemporáneo: "Que seas paranoico, no quiere decir que no te estén siguiendo fans de La 25".
2 comentarios:
jaajajajajajajajajajaj genial
Groso pibe groso... la frase final me dejo pensando
Publicar un comentario