martes, 22 de mayo de 2007

Flamencos balines y padres

Pareja homosexual de flamencos, padres del corazón.

Una pareja homosexual de flamencos adoptó una cría abandonada, convirtiéndose en padres. Así lo informó la organización británica Wildfowl and Wetlands Trust, que se dedica a la conservación de la fauna.




Carlos y Fernando, la pareja de flamencos en cuestión, habían intentado tener un hijo una y otra vez, obviamente sin éxito. Incluso, en un arrebato de locura, quisieron echar a otros flamencos de sus nidos para quedarse con sus huevos.

Permanentemente al acecho, no dejaron escapar la primera oportunidad real, cuando uno de los nidos fue abandonado y pudieron llevarse un huevo bajo sus alas.

La pareja, inseparable desde hace seis años, puede alimentar a la cría produciendo leche en sus gargantas.

"Fernando y Carlos son una pareja del mismo sexo conocida por intentar robar los huevos de otros flamencos, echándolos de sus propios nidos, porque querían criar ellos mismos", explicó Jane Waghorn, de Wildfowl and Wetlands Trust.

Las parejas gay son frecuentes entre los flamencos, según explicó Waghorn: "Si no hay suficientes hembras o no se sienten atraídos por ellas, los machos se juntan con otros machos".

Fuente: http://es.noticias.yahoo.com/afp/20070521/tod-gb-animales-curiosa-43e76bb.html





La delgada línea blanca
Opinión
Por Eternauta



Creo que todo tiene un límite. Me parece que nos estamos yendo al carajo. Porque podemos entender que los animales están más allá de todo, pero de ahí a justificar la paternidad de estos flamencos aduciendo que pueden alimentar a sus crías produciendo leche en sus gargantas, me parece un poco mucho.


Carlos y Fernando... ¡Pero por favor! Falta que digan que salen a recorrer la comunidad con el cochecito, mientras le tiran galletitas a las jirafas... El Apocalipsis está cerca.

Y con todo, no puedo evitar hacer un paralelismo con los seres humanos. Ejemplos sobran. Alejandro Marley, Jorge Lafauci, Oggi Junco y varias estrellas del espectáculo vernáculo, bien podrían disfrazarse de tambos y, desde sus fauces, alimentar a los niños que no tengan la posibilidad. Cada uno hace de su boca lo que le plazca.

4 comentarios:

Kluivert dijo...

A mí me emocionó mucho esta historia de amor. Me los imagino al Fer y a Charly (?) esperando la ocasión para afanarse un pibe y darse a la fuga para enseñarle al pequeño ser lo que es el amor, la felicidad y la paz. Muy emocionante.

Anónimo dijo...

¿Al final son todos putos?

Anónimo dijo...

como vos, nikita

Anónimo dijo...

¡Ufa!