Cuando hay hambre...

A prisión por practicar sexo con el cadáver de una anciana de 92 años en su hospital

Un técnico de laboratorio de 24 años. Sorprendido sobre el cadáver de la mujer.
Ha ocurrido en New Jersey (EE UU).

Un juez de New Jersey ha ordenado el ingreso en prisión de un técnico de laboratorio de 24 años que fue sorprendido practicando sexo con el cadáver de una anciana de 92 años en la morgue del hospital en el que trabajaba, según publica la prensa local.

Anthony Merino había trabajado unos cuantos turnos en el Holy Name Hospital, en Teaneck (New Jersey), cuando dijo a un guardia de seguridad que su llave del depósito de cadáveres no abría.

El vigilante le dejó entrar en la morgue porque el técnico de laboratorio le dijo que necesitaba examinar uno de los cadáveres. Tiempo después, el guardia entró en el depósito y se encontró con una escena horrible: Merino había sacado de su bolsa el cadáver de la mujer de 92 años, que había muerto horas antes, y estaba practicando sexo con ella. La Policía, que llegó momentos después al hospital, encontró a Merino en el baño de hombres, limpiándose los genitales.

Un juez de New Jersey ha ordenado el ingreso en prisión del detenido, bajo fianza de 400.000 dólares, en la prisión de Bergen County. La situación penitenciaria del arrestado está pendiente de una evaluación psicológica.

Los delitos de los que se acusa a Merino podrían suponer una pena máxima de diez años de prisión y 100.000 dólares.

La prometida de Merino no pudo entrar en la sala, al sufrir un ataque de nervios.

Fuente: http://www.20minutos.es/noticia/301791/0/sexo/cadaver/anciana/

No des a guardar el fiambre, a quien vive muerto de hambre

Opinión

Por Renatita

Y una vez más, comprobamos la imposibilidad del hombre de vivir en una sociedad monogámica. ¿¡Qué es lo que les pasa!? ¿¡No les basta con nosotras, las vivas, que ahora también debemos competir con las muertas!?

Debe ser producto de la inagotable oferta que circula e inunda el mercado actual. Las tenes jovencitas o maduritas; morochas, coloradas, rubias; altas, medianas o bajas; flaquitas, con curvas, rellenitas o gorditas; todas depiladas, semi o selva amazónica; inteligentes u extremadamente obtusas, como Karina Olga Jelinek y como si todo esto fuera poco, entra en juego una nueva categoría: “vivas o muertas”. Pero qué difícil, Don Niembro.

Por otro lado, debo admitir que tengo un costado machista y entonces me pregunté: ¿Qué estaría queriendo Anthony que su prometida no le daba? ¿Por qué tuvo que ir a buscarlo a lo de esta ancianita de 92 años? Un poco de silencio, quizás. La imposibilidad de una excusa tan económica como “me duele la cabeza” o “esta noche, vos en tu casa y yo en la mía”. Puede ser, como no.

¿Será que, en la vorágine de los días que corren, ya no hay tiempo para el galanteo, la seducción, las palabras al oído, la canción de amor y entonces este joven, técnico de laboratorio, prefirió ir a buscar el clásico “rapidito” en una mujer que no reclame tanta pavada junta?. No sé. Todo parece parte de una gran hipótesis difícil de comprobar. Quizás era parte de algún tipo de experimento que estaba queriendo comprobar. ¡Porqué no! ¡El próximo Einstein está entre nosotros y lo queremos encerrar! ¡Libertad para el genio de Merino!

Me fui por las ramas, disculpen. El punto es: mujer argentina, ándate con ojo, piensa dos veces si decides hacerte la difícil pues ahora, ya sabes, que cuando hay hambre no hay fiambre duro.