Cerebro on the rocks

El misterio del bostezo

Durante años se intentó descubrir el motivo de este extraño comportamiento. Algunos lo relacionaban con el cansancio y otros con el aburrimiento. Un científico dio con una respuesta sorprendente



Después de observar con detenimiento a un grupo de personas contagiarse por el bostezo, Andrew Gallup, profesor de Psicología en la Universidad de Nueva York, llegó a la conclusión de que se trata de un mecanismo para enfriar el cerebro.

Cuando las demás partes del organismo fallan en lograr este cometido, llega esta fuerte aspiración de aire. Esta actitud mantiene atento y permite una mayor lucidez.

Para arribar a esta conclusión, que fue publicada por Psicología revolucionaria, Gallup estudió a un grupo de voluntarios mientras veían un video con gente bostezando. Se les pidió a algunos que respiraran sólo por la nariz y a otros que se pusieran trapos fríos o calientes en la frente, informó el diario Clarín.

"Ambas acciones, que promoverían el enfriamiento del cerebro, eliminaron prácticamente el bostezo contagioso", aseguró el especialista.

Fuente: http://www.infobae.com/contenidos/325060-100841-0-El-misterio-del-bostezo

¡Dale Gas!
Opinión
Por La Psicoloca*

Estos colegas del Primer Mundo sí que saben como utilizar los fondos para Investigación. Me enorgullece sobremanera ver qué grandioso es su aporte a los problemas del ser humano y es realmente admirable que hayan dedicado tantos años a semejante emprendimiento.

Considerando que nuestro cuerpo está compuesto de varios agujeros -algunos de mayor o menor importancia- sin algunos de los cuales, realmente (pongámonos a pensar al respecto un minuto) no podríamos vivir, ya que necesitamos que haya un continuo fluído de gases entrando y saliendo del mismo o de lo contrario, en menos que canta un gallo, explotaríamos por los aires o flotaríamos cual hombre en la luna.

Ahora bien, esta llamada Psicología Revolucionaria nos dice que el bostezo, en definitiva, es una forma de regulación de nuestro organismo para enfriar el cerebro. ¡Qué interesante!

A los conejillos de indias les pidieron que respiraran por la nariz. Claro, ¿por dónde sino? ¡Ah! Quizás estarían respirando por el culo y no se daban cuenta (me permito utilizar esta expresión avalada por la R.A.E.) Además, les sugirieron colocar paños fríos o calientes en la frente…
Señores revolucionarios, en este momento Sigmund, que es Freud, se revuelve en la tumba y les pide que dejen de buscar culpables donde no los hay. ¿Qué tiene de peligroso un bostezo contagioso? ¿Distrae quizás a los soldados que, empuñando sus armas, comienzan unos a otros a contagiarse del bostezo de alguno?

Nada más lindo que aquel bostezo que va pasando de boca en boca y que se contagia, que permite liberarnos, aburridos o no, y muestra de cansancio o insatisfacción.

Ahora, si quien bosteza cerca nuestro tiene un aliento de ultratumba, producto de haberse comido algún cadáver la noche anterior, ahí ya entramos en otra cuestión. Ahí lo que tendría que haber salido por la retaguardia se escapó por adelante y estamos en un verdadero problema.

Propongo vía libre al bostezo contagioso, solicito a mis colegas primermundistas que se den una vueltita por aquí que van a encontrar más de una cosa contagiosa que podemos prevenir, como la compulsión a repetir una y otra vez las mismas figus del álbum de nuestros gobernantes y los invito, en caso de no tener para el pasaje, estudien un poco el cerebrito de su presidente que seguramente, bastante aire tendrá allí como para llenar un globo aerostático y enviarlo directamente a un paseo lunar.

Será hasta otra oportunidad.

*Título avalado por la misma Universidad donde se recibieron el Lic. Telerman y el Inyenieri Blumberg.